Textos en papel vs textos electrónicos: ¿nuevas lecturas?

Apuntes de Lectura por: Moisés Carvajal Ruiz
20 Abril 2014
Perfiles educativos


Articulo en Revista, Autores: 

Vaca Uribe, J., & Hernández y Hernández, D.


Citas:
  • importante recordar que en México la alfabetización "a secas" aún no acaba; que todavía hay un gran problema de retención de alumnos en educación básica y que las computadoras cuestan mucho.
  • Estadísticas de INEGI 2000
  • Lo que en realidad comparten estos medios, desde un punto de vista lingüístico y comunicativo, es su "unidad textual"
  • el uso del mismo sistema gráfico en ambos soportes. La lógica, el código y la norma de construcción es, fundamentalmente, la misma.
  • En el otro extremo, y sólo respecto de ciertos tipos de textos electrónicos como los mensajes telefónicos digitales y los chats, podemos encontrar variaciones interesantes que corresponden a agregados de elementos, por ejemplo, los íconos de emotividad; o bien a cambios importantes de norma u ortografía (lenguaje coloquial, abreviaciones codificadas, ausencia de puntuación, etc.)
  • Ambas clases de texto pueden estar acompañadas (o reforzadas) por elementos icónicos fijos de muy diversa naturaleza: cuadros, gráficos, fotografías, diagramas, etcétera.
  • Los materiales multimodales ya existían antes de la era digital.
  • En el caso del texto electrónico, es interesante observar cómo al tiempo que evoluciona rápidamente, también está sujeto a intentos importantes de normalización que responden a criterios funcionales, necesarios para la transmisión y la comunicación. En estos casos, los límites a las libertades sintácticas y ortográficas en los mensajes serán establecidos por la ambigüedad o por la incomprensibilidad de los mensajes, por las comunicaciones "defectuosas", por los mensajes erráticos que pueden provocar, por ejemplo, la ausencia de acentos en la escritura de mensajes en español y que dan como resultado incomunicaciones diversas.
  • sus características: son cortos, sirven para una comunicación rápida (si no inmediata o en línea, como en el chat, sí en un tiempo breve: durante la mañana, en la próxima media hora, etcétera), son asintácticos (véase Lahire, 1997, quien usa este término para referirse, por ejemplo, a listas de compras o de tareas pendientes), pueden usar muchas abreviaciones, apelan fuertemente al contexto; llegan a ser incomprensibles si no se conoce dicho contexto, son comunicaciones muy codificadas entre dos personas particulares y no persiguen la comunicación entre cualesquiera dos personas.
  • no todo libro electrónico está disponible en internet, y aun cuando tuviéramos la oportunidad de acceder a él, no es transmisible en segundos, por cuestiones de montos de información (son documentos pesados) o por vulgares y prosaicas cuestiones comerciales: las editoriales son empresas globales orientadas por el costo y el beneficio económicos.
  • Este código y estos recursos comunicativos, que podemos suponer que se van estabilizando en cada idioma o al menos al interior de microgrupos en comunicación.
  • Lo problemático, en el ámbito escolar y desde el punto de vista de los adultos, es que esta práctica comunicativa, cada vez más usada por los estudiantes, está invadiendo el escrito formal, si se quiere, escolar, lo que molesta mucho a los profesores.
  • Los estudiantes van perdiendo las fronteras entre los códigos, lo que seguramente acelerará muchos cambios en el sistema de escritura en pocas generaciones.
  • La velocidad es, sin duda, la propiedad diferencial fundamental. 
  • No todos los textos que están en la red están al alcance de los lectores; en muchas ocasiones, para acceder a revistas especializadas o a libros enteros, es requisito indispensable contar con una clave o membresía.
  • Precisamente por la relativa masificación que supone internet y la libertad con la que muchas personas o grupos pueden crear y tener su página personal, la calidad de los textos, particularmente en el formato electrónico, es cada vez más baja, sin negar que existen también textos accesibles de altísima calidad, clásicos o contemporáneos, como también en papel existen textos de bajísima calidad.
  • el problema radica, ahora más que nunca, en saber seleccionar, depurar, reconocer la información valiosa, de calidad y precisa.
  • los adultos debemos hacer una especie de regreso a la infancia: los jóvenes son excelentes lectores de imágenes, de iconos e incluso de animaciones.
  • Evidentemente, la lectura de textos electrónicos está condicionada también por el dominio de la norma y del sistema gráfico de nuestra lengua, en todos sus rubros, por lo que su enseñanza sigue siendo una prioridad educativa.
  • Lo electrónico, evidentemente, no garantiza la calidad y mucho menos el interés y la novedad de las propuestas de lectura.
  • Dado que los jóvenes (dentro o fuera del contexto escolar) cuentan con verdaderos tsunamis de información soportados en la red (y en otros medios como el cine o la televisión), un proceso extremadamente delicado para ellos es el de la eliminación del material que no les sirve.
  • ciertos textos electrónicos presentan características de código o sistémicas modificadas o complementadas respecto de la ortografía y de la norma lingüística de algunos textos en papel.
  • Estas diferencias necesariamente implican tareas de interpretación para el lector: saber si está escrita la letra "c" con su valor fonético, con su valor silábico o con su valor "deletreativo" (correspondiente a épellative en francés, es decir, sirviéndose del nombre de la letra para escribir una sílaba entera) o la "k" con su valor fonético o logográfico, son tareas que el lector debe resolver de acuerdo a la situación comunicativa en la que se encuentra.
  • Podríamos decir que nos encontramos ante una nueva época de los textos, de las lecturas y de las escrituras que suponen, a veces, los mismos retos (la alfabetización en su sentido más tradicional) y, en ocasiones, exigen nuevos desafíos al lector (por ejemplo, la alfabetización informática).
  • Lo electrónico del texto y su tendencia multimodal no sustituye de ninguna manera los viejos retos de la alfabetización y de la educación, sino que multiplica su complejidad.
Cita: (Formato APA)
Vaca Uribe, J., & Hernández y Hernández, D.(2006). Textos en papel vs. textos electrónicos: ¿nuevas lecturas?. Perfiles educativosRecuperado de http://www.scielo.org.mx/pdf/peredu/v28n113/n113a6.pdf

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